Imagina que te levantas con el pie izquierdo... te aventuras a pronosticar el día y no te gusta su aspecto. Decides meterte en la ducha: el agua resbala por tu cuerpo, te enjabonas, te aclaras y abrillantas. Todo tu pesar se ha diluido con la espuma del gel ¡sales como nuevo! ... ¿Verdad que sería fantástico que fuese taaan fácil?
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