domingo, 27 de noviembre de 2011

In fraganti.


Dos rocas más allá, el mar gemía, bajo el vaivén de la ola que, incansable, lo mecía.


4 comentarios:

Paco dijo...

ES que hay por ahí cada uno.

saludos

alfonso dijo...


· Podría construirse una historia, de esos dos que apresuraron su encuentro hasta el último momento... dejando huella de su incivilidad...
Pero aquí queda una buena foto.

· bSoS

CR & LMA
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·

José Ramón dijo...

Sole me gusta su blog Feliz fin de semana.
Un cordial saludo desde…
Abstracción textos y Reflexión.

d:D´ dijo...

Ostras...! la prueba del delito(¿Cuál, no veo ninguno? No hay delito, aunque alguien pudo haber puesto en el aire su grito), el colofón de un momento crítico.
Gula y, antes, lujuria.
No sólo me llama la atención la posición de una de sus dos colillas, si no que de ellas podría deducirse fueron amantes hasta en eso. Aunque hay un poco de posesión podría haber sido consentido y dejarnos la huella de cuan felices fueron instantes enteros antes. Enteros debieron finalizar pues fueron dejando los restos de su encuentro en una feliz posición que, salvo lo hiciera un sólo fumador/a en dos encuentros consigo mismo y uno tras otro, tras las rocas, veo mas bien que ellos los dejaron así a propósito para, tras las mismas rocas, dejar que capturases los placeres inhalados, los placeres suspirados, a bocanadas o a bocajarros se fumaron el tiempo, se fumaron a gusto y sembraron dudas y desconciertos.
Qué buenas fotos, con ironías, con gusto, con detalles, haces cuando te da la gana y dejas que me las interprete un rato siguiendo pistas como si fuera el detective Torpedo...
Me gusta, deja un regusto de un amor posible y de gustos iguales.
Felices ellos, instantes playeros al atardecer.
dl*V