Esta foto es de hace un año, tal día como hoy llamado "del Carmen". La hice en un pueblo costero, supuestamente moderno y muy visitado por extranjeros desde hace muchísimo tiempo. Mientras asistía, por pura curiosidad, a este evento que reúne todos los tópicos posibles de años ha : plaza de toros desmontable, procesión de comuniantes con acompañamiento, etc... me acordé de la gran Cristina García Rodero y su España oculta (una recopilación de su trabajo fotográfico, entre 1975 y 1982). Me parece increíble que, mientras yo llevaba minifalda, en algunos rincones de este país se produjesen (y se sigan produciendo treinta años después) escenas como las que estoy re-contemplando en el catálogo que tengo delante. Pienso que esta tierra nuestra sigue siendo tan rancia como siempre porque, sin saber muy bien cómo, pasó del quiero y no puedo al puedo pero no me da la gana, o sea, en lo esencial, nos hemos movido muy poco del sitio: jugamos a comunicarnos con móviles de última generación, tabletas táctiles y arquitectura con diseño futurista mientras estamos siendo engullidos por un desarrollo del entorno tan bestial que nuestro cerebro es incapaz de asimilar los cambios con la misma rapidez. Las apariencias es lo único que importa. Contrastes, que se dice, a mi modo de ver nada sano, ni ecléctico en absoluto.
5 comentarios:
Sus fotos parecerían anticuadas, pero de eso, sólo pocas. Tal como dices, quedan tantas costumbres de aquéllas disimuladas con modernidad!!!
Más besitos
(que la hayas dejado en ese tono ha sido una gran idea)
Pues las que tú puedas ir haciendo serán tan viejas como aquellas y con el mismo legado para la posterioridad. Lo que no es tradición es plagio pero lo peor es toda esta rutilante apariencia, cómo bien expones, de la que no son capaces de desprenderse en los entornos locales, los cuales son alimentados por los políticos de turno como símbolos de "interés cultural y/o turísticos". La Iberia oculta que no oculta su analfabetismo y dejándose llevar vota en urnas a unos que ya siendo corruptos pretendían se cepillaran a los otros, "los malos"; pero finalmente se cepillan a los suyos principalmente. No hay peor enemigo que el que está a las puertas. La fotógrafo de esa época supo sacarle rendimiento a eso y algunos guardamos cientos de ésas por no exponerlas de la que mejor guardamos en los cajones y no mercamos con ellas. Pero en Suiza o Alemania ocurre igual; por no hablarte de Polonia o de la Venezuela de hace cincuenta años. Tal vez Lusitania tiene su punto a favor que se confunden cosas en lugares con otras que te hacen regresar a un lejano pasado que cada año revive en sus costumbres, aunque nada qué ver con estas de casullas, albas, estolas y trajes de princesitas comulgantes. Pero si deseas regresar mucho más atrás en las sierras de mi raiana alfándega verás cosas tanto más concretas y sujetas a coherencia pues se desarrollan en pequeños mundos que no avanzan y ahí sí quedan bien. Donde no llegan a cuajar es aquí, rodeadas de tanta tecnología y que se sigan portando cirios o velones en procesiones de similar marcialidad pues a las vírgenes hay que flanquearlas con armas y militares, a los santos y patrones también, a paso de golpes de pecho y tambores de guerra para demostrar que ellos lucharán por sus ideas y sus dioses los tienen permitidos matar si fuera necesario por defender su fe.
Anacronismos a ultranza que nos hablan, una vez más, de lo irracional de las creencias en las ideas de otros que se meten dentro de los que desean ser poseídos por ellas por propio interés o ignorancia, o ambas cosas.
Son, y aquí nacen, los patriotismos que alimentan muchos y los otorgan dádivas y defensas a ultranza con tal de conseguir que sean motivos de traslado, peregrinación o cualquier otro motivo inventado pues siempre al rededor de cualquier actividad monopolizada por los religiosos tiene un carácter festivo y eso para ellos es importante por los bienes y emolumentos que les reportan, no por otra cosas; si fuera así, por otras cosas, sería una falacia. Es falacia y primitivismo que no se da desterrado de este mundo que avanza tecnológicamente aunque no mentalmente.
Me ocurre igual que te pasa a ti, nuestras críticas a los sincrético, a lo hortera, contrasta con esas personas que aún siguen diciendo que en pleno siglo XXI ocurren estas cosas. Ya en tiempos de Pericles decían lo mismo y así no avanzamos en el hombre por el hombre desde una visión sin dioses, sin talismanes, sin miedos, sin supersticiones.
Uno de los males mayores que tenemos es seguir alimentando esa idea abstracta que sólo genera incongruencias y no desempeña más que tergiversaciones de la realidad histórica; se arrima a los poderosos y ellos mismos ponen a los de sus sectas en sectores de poder para poder seguir gobernándolos con las mismas intenciones. No dejar que los pueblos y sus gentes sean libres y se que se sometan a su voluntad con tal de ofrecerles humo de felicidad en ninguna parte.
Hay que ser tontos y como dice el Gran Danikxt: Soñar es de imbéciles...
Mal vamos, mal imos... :|´
dl*V
Una maravilla de foto..me encanta las cosas cotidianas...y el dia del Carmen es bestial en todos los sitios...un beso desde Murcia...
Hemos pasado de la Alpargata al Smartphone; pero básicamente nos sigue costando pensar por nuestra cuenta. Todos los calendarios, los religiosos, los patrióticos y los festeros, están ahí para decirnos cómo y cuando ser. Una gran parte de las tradiciones son un puto timo, otras un timo a secas.
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