Eva es una madre. Puede que Eva tenga hijos, o no. Tal vez, entonces, Eva, cuide de su anciana madre, o de su hermana pequeña, o de sus sobrinos, o esté pendiente de las melancolías de sus amig@s... como si todos ellos fuesen sus hijos. Podría tener cualquier otro nombre, y seguiría siendo una madraza. Tener descendencia es relativamente fácil... Sin embargo, el instinto maternal no se genera en una probeta; el amor incondicional es (sólo) patrimonio de seres especiales, como el que profesa Eva.
Gracias, Eva.
Gracias, Eva.
2 comentarios:
El instinto es cosa de uno y se tiene o no se tiene pero nunca se puede forzar. Respecto al amor incondicional creo que son pocos los que logran tenerlo, no sé si yo soy tan "incondicional".
La margarita es mi flor favorita. Ellas aún sin deshojarlas siempre me dicen "tal vez".
El "sí", me parece presuntuoso y el "no" creo que es demasiado oscuro.
El "tal vez" deja una puerta abierta al futuro. Y quisiera pensar que para Eva o para otras Evas siempre hay un tal vez...
Gracias a ti, Sole.
Preciosas las margaritas (sobre todo, las que dicen SI)...
Feliz domingo.
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