martes, 14 de mayo de 2013

Una historia d' scaleras.



Las hay que no llevan a ninguna parte pero otras, si las bajas, tarde o temprano has de subirlas, y viceversa. Escaleras de colores, de piedra, de hierro, de madera. Escaleras de naipes. Escaleras interiores, de caracol. Escaleras de socorro... O las que canta Sabina, en ellas puedes: sentarte a silbar tu melodía;  alcanzar lugares imposibles; caer rodando; escuchar ruidossubir de una falda a una blusa, ...  
Un detalle a tener en cuenta: subirse a una escalera no nos hace ser más altos.


4 comentarios:

Noelia dijo...

Obstáculos y lamentablemente a veces insalvables.

d:D´ dijo...

Ya, pero en alguno de los casos que cuentas resulta ser que resulta que algo se pone en alto y sobreviene lo sublime. Con o sin escalera es importante estar siendo recordado por quien te sube donde sea...y subir en compañía puede dar lugar a parecer más alto/a.
Hay cosas que hacen unos ruidos tan característicos que llegan a poner el vello de los brazos de punta y a subir escalones de tres en tres si fuera necesario :))

alfonso dijo...


Y las hay para subir al cielo... pero no a ese cielo...
Y un detalle a tener en cuenta: subirse a una escalera no hace que los demás sean más bajos.

· bêsÖs

· LMA · & · CR ·


virgi dijo...

Eres de una sutileza, tesoro, maravillosa.
¿Cómo no aplaudirte?